(The Comic Anti-hero in Buffy the Vampire Slayer, or Silly Villain: Spike is for Kicks)
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El antihéroe cómico. Spike, de villano a héroe pasando por bufón. |
En ocasiones los héroes tienen aspectos de villano. Spike, personaje de moderna amoralidad, para ser redimido tendrá que pasar por convertirse en una figura cómica. Los héroes de comedia completan un ciclo (desorden, iniciación, lucha, sacrificio, muerte, renacimiento y unión) y presentan unas características bien como salvador ("eiron") que deberá sacrificar algo, en ocasiones a sí mismo, por la comunidad) o como intruso ("alazon") que rompe el confortable status quo, o compaginan ambas. Tanto como salvador o como intruso, este héroe está al margen de la sociedad, es diferente a los demás. La risa es una forma de distanciamiento.
Trayectoria de Spike: Conforme se convierte en personaje cómico, disminuye lo demoníaco de Spike ( como única arma le resta el sarcasmo, se nos muestra vulnerable...) y abre el camino para convertirse en héroe. La degradación del poder vampírico en Spike se produce porque su capacidad para el mal es superada por su capacidad para las emociones (amor hacia Dru), lo que en principio se contempla desde un punto de vista cómico ("Poor Spike!"). La implantación del chip y su impotencia ante Willow ratifica su total deterioro como vampiro. A partir de ahí comienza su transformación en héroe cómico. Como intruso en la cultura de los humanos y en la suya propia, será el iniciado en los ritos del descubrimiento y, a través de él, los límites entre el bien y el mal se difuminan en el mundo de Buffy. Si podemos reírnos del mal, simpatizar con lo que en él queda de humanidad...vamos camino de la redención, (la suya y la nuestra). La alianza de Spike con Adam para deshacerse del chip -una frustración más- demuestra que el héroe cómico es siempre un desclasado y un outsider, y Spike es ciertamente un hombre en la tierra de los no hombres, con su hogar en ninguna parte. Pero como héroe, necesita una dirección: su amor por Buffy, lo que se traduce en su elección por la humanidad frente al vampirismo. Su opción queda clara en Crush para Drusilla, Harmony y para sí mismo, pero no para Buffy. Sólo al final de la quinta temporada sentirá conseguido su objetivo ("Soy un monstruo pero me tú me tratas como un hombre"), independientemente de ser aceptado por completo o no. Rechazando su naturaleza vampírica, como intruso, se sacrifica a sí mismo para salvar su alma, integrarse en la unión con la comunidad