Los temas de cada temporada:

Hay una clara evolución en las temporadas de Btvs. A la primera, tan juvenil como sus protagonistas, le sucede una segunda y tercera algo más complejas, una cuarta de transición y unas últimas más maduras que viran hacia tonos mucho más oscuros. En las tres primeras temporadas predomina la historia (la “mitología”), la aventura y la despreocupación de una serie claramente destinada al público más joven. Las tres últimas, sin renegar de los toques de humor y de los combates contra monstruos, se centran más en la psicología de unos personajes cada vez más torturados y plantea conflictos más desgarradores, además de utilizar el mundo de fantasía de Sunnydale para ahondar en una realidad claramente contemporánea, arraigada en la alienante y dura sociedad actual. Se posterga la “mitología” a favor de la psicología. Los adolescentes se hacen adultos. El optimismo dominante de la heroína que siempre triunfaba se convierte en la amargura de ver cómo crecer es ir viendo que los afectos se resquebrajan, las seguridades se desmoronan y los peores monstruos son los que habitan en nuestro interior. Las tres primeras temporadas mantienen un desacomplejado tono friki y son solidarias de una cultura moderna que tiene sus propios mitos en los que chapuzarse. En este sentido, y a pesar de que la estructura de estas temporadas se basa en una mayor independencia de los episodios, sin una continuidad del arco argumental tan acusada como en las temporadas posteriores, podríamos citar como núcleos temáticos los siguientes:

·        Temporada primera: Carl Kent llega a Metrópolis.

Se configura el universo mítico: una ciudad constantemente amenazada por las fuerzas del mal y un héroe (una heroína) que bajo una apariencia común, poco prometedora, es el único capaz de proteger a las gentes de bien con sus superpoderes. Además se forma su círculo de incondicionales: amigos (Xander y Willow), familia, escasa y en la inopia (Joyce), y su objeto de amor (Angel). También se establecen las “normas de funcionamiento”: cuartel general (la biblioteca), modo de uso (investigación en  libros o Internet, identidad oculta de la heroína, ayuda del vampiro con alma, peleas...) y sobre todo el papel de Giles inicialmente como representante de una instancia superior en la sombra, el Consejo de Vigilantes, pero que pronto asumirá tareas de padre, amigo, mentor y única figura adulta de confianza.

 

·                   Temporada segunda: Ángeles y demonios. O Dr. Jekyll y Mr Hyde. O de cómo el bien y el mal se entremezclan en nuestro interior.

Desde luego supone un gran avance respecto a la temporada anterior - Ésta es una gran temporada- y anticipa la complejidad que irá alcanzando la serie. El centro de esta temática es, por supuesto, Angel. Su doble personalidad es la representación del maniqueísmo absoluto encarnado en un solo personaje. Pero también están los efectos de la metamorfosis de Angel en Buffy (lo que introduce otra línea de fuerza en la serie, quizás una de las más definitorias: el deber, hacer lo que se sabe que hay que hacer aunque se desgarre el corazón en la empresa). Sin olvidar otros ángeles y demonios simultáneos que se están abriendo paso: el sensato Oz y su salvaje naturaleza de origen lunar, las primeras apariciones del malvado pero enamorado Spike, la frágil pero despiadada Drusilla, incluso las buenas madres de familia como Joyce, capaces de iniciar quemas de brujas o tantos estudiantes ejemplares que se transmutan en monstruos o psicópatas a las primeras de cambio.

 

·        Temporada tercera: El lado oscuro de la Fuerza. O sea, Faith.

El conflicto que se va lentamente desenvolviendo en esta temporada se polariza en torno a las dos Cazadoras (Buffy y Faith) y la posibilidad de “disfrutar” con la todopoderosa libertad que parece implícita en su misión de Elegidas. Faith se deja resbalar por esa pendiente y arrastra en su caída a Buffy. Como un Luke Skywalker tentado por Darth Vader, Buffy tiene al alcance de la mano la posibilidad de situarse  por encima de todas las reglas. En ella, sin embargo, se impondrá su clara conciencia del deber y el distanciamiento con Faith terminará convirtiéndose en una lucha a muerte entre las dos. Se sigue desarrollando por tanto el tema del bien y del mal iniciado en la temporada anterior y se refuerza la línea temática del deber.

 

Como se ha dicho, las siguientes temporadas abandonan un tanto esta orientación hacia los “cuentos” modernos y recurren a temas más clásicos.

 

·        Temporada cuarta: el Génesis y la Creación del hombre.

La doctora Walsh, como un nuevo Frankenstein, crea con su ciencia perversa un hombre superior, Adam. Pero también Riley y Spike sufren las manipulaciones de Walsh que los destierran de su identidad y los lanzan a una existencia que ya nunca será igual, sobre todo para Spike. Además del Génesis, está por tanto el tema de Frankenstein que, agotado en el desenlace de la 4ª con el fin de Adam, tendrá una variación más interesante en la conquista de la humanidad por Spike. Y la ciencia frente a la magia, entendida ésta como más humanista y “real” frente a la perversión prepotente del conocimiento mal  dirigido y unido al poder (el ejército, La Iniciativa) que conduce a la violación de la vida individual. La muchachita y su pandilla de desarrapados acabarán venciendo a los frutos malignos del todopoderoso Aparato que, cual torre de Babel, paga su orgullo en un cataclismo destructor.

 

·        Temporada quinta: la conquista del Grial.

Hacerse con el misterioso talismán: el conocimiento. El conocimiento aunque duela; conocer la verdad, asumir la propia identidad, saberse en cambio hacia una dirección desconocida y comprender que las contradicciones forman parte de la esencia. Y obrar en consecuencia. Alcanzar la paz interior a través del sacrificio y la renuncia, pues son los únicos caminos que llevan al héroe a su destino.

Además de ese Grial abstracto, hay otros: el amor para Spike, la Llave para Glory, la propia existencia real para Dawn... Se podría además relacionar el Grial, receptáculo de la sangre de Cristo, con la importancia de la sangre de la Cazadora, repetidamente mencionada a lo largo de la temporada, y explicación del desenlace.

Añadamos el tema de Eros y Thanatos. Nunca como en esta temporada se habían entrelazado el amor y la muerte de forma tan íntima. Paradigmático el episodio Fool for love, donde amor y muerte trazan su danza mientras las palabras de Spike anudan pasado y presente, odio y atracción, deseo y compasión, al compás de un misterio nunca desvelado, siempre irrenunciable. El amor, incomprensible, irrefrenable, imposible de la Bestia que anhela alcanzar a la Bella esquiva. Y la muerte más cercana y dolorosa que nunca con, por ejemplo, la pérdida de Joyce. Y el renacimiento y la esperanza con Dawn, esa hermana caída del cielo que da un nuevo sentido a la existencia de la Cazadora.

Y como Spike se está convirtiendo en un puntal de la serie, su trayectoria iniciática configura otro ciclo mítico, el de Amor y Psique, la redención por amor. La quinta temporada desarrolla la primera parte del ciclo: el monstruo enamorado. La sexta será la segunda parte: las pruebas del amor, de momento con claro fracaso, salvo quizá, sólo quizá, la escena final.

(Análisis más detenido en el artículo sobre la Quinta temporada

·        Sexta temporada: el descenso a los Infiernos.

(Análisis en el artículo sobre la Sexta temporada)