Kissingtown

                                                                  Rosa hasta el empalago, la ciudad del amor, les hará descubrir a los personajes que ésa tampoco es la vía. Aún deben seguir mejorando

  Tony peca de orgullo y lo pierde todo arrastrado por la ludopatía. Wendel continúa su papel de obligado espectador. Wolf comete el imperdonable error de anteponer lo que él quiere (Virginia) a lo que quiere la propia Virginia. Y Virginia, intransigente, rechaza al a pesar de todo bienintencionado Lobo.

 

 Además el Cazador les arrebata el espejo que, para colmo, después se rompe. A punto de conseguirlo todo (el regreso, el amor) lo pierden todo.

  El episodio se cierra con el momento más crítico de la serie: desunidos, expulsados de la ciudad, cediendo Lobo a la Reina y perseguidos por la mala suerte.

  Quizás la única lección positiva que aprenden es que cuando ya no queda nada hay que empezar de nuevo: en busca de los constructores de espejos.

 

Volver