El bosque, naturaleza no sometida al hombre.

 

    Los bosques parecen ser los primeros lugares consagrados al culto de los dioses, quizás porque, por contraste a las zonas seguras de la ciudad, la casa y el campo de cultivo, el bosque significa lo que no está reglamentado o, mejor,  lo que se ajusta a otras leyes, las de la naturaleza, la tierra...

    Por ello, en el bosque reinan  los espíritus de la tierra y de las aguas (ninfas, hadas), los seres  hostiles  (ogros, gigantes, brujas), los animales peligrosos (el lobo)...  Todos ellos representan un poder superior al hombre. En ocasiones el héroe se ve favorecido con ese poder que le es concedido (hadas, genios) o que arrebata a su dueño (gigantes, ogros, brujas...). De esa manera se apropia de una sabiduría antigua que la civilización ha olvidado.

    También en esta línea de  lo que se sitúa al margen de lo establecido por  la sociedad, encontramos a los bandidos, ladrones, y malhechores que acogen al héroe perseguido.