El mandatario
El mandatario es quien encarga una tarea al héroe: el rey que envía al héroe a enfrentarse con un peligro, Euristeo encomendándole los Doce Trabajos a Hércules, el padre que quiere saber por qué su hija desgasta tantos zapatos y la promete en matrimonio a quien lo averigüe ...
Desde una perspectiva histórica, Propp lo relaciona con la sucesión del poder a través del matrimonio con la hija. Este hecho suponía en sociedades primitivas la muerte del viejo rey-sacedote, que se consideraba motivada por el comienzo de su impotencia mágica (vinculada a veces con su declive sexual), cuando los hijos están en edad de casarse. El bando del rey ofreciendo la mano de su hija representa el momento de la renuncia al trono. La empresa difícil, el matrimonio y la subida al poder son un todo indisoluble. Y además suegro y yerno son enemigos tradicionales. Por eso las empresas difíciles tienen un doble carácter: atraer al pretendiente, pero también intimidarlo (porque su éxito implica la muerte del rey) y también hay una doble situación de la princesa: como hija odiará a su esposo; como transmisora del trono, debe ayudarle en contra de su padre. Aspira a matar al padre o al esposo y en muchos cuentos hace una de las dos cosas.
En el cuento, aparentemente el conflicto se soluciona pacíficamente: el rey entrega al mitad de su reino al héroe y nadie muere. Pero más frecuentemente se dice que "el rey le dio todo su reino" y la muerte del rey se produce de forma atenuada por medios mágicos. A veces, se justifica porque era un malvado, a veces perece ante un ejército enemigo. En otras ocasiones sucumbe porque fracasa al intentar superar la prueba en la que ha triunfado el héroe.