Romances: concepto y pervivencia

Los romances viejos son poemas anónimos, épicos o épico-líricos, de versos octosílabos y con asonancia en los versos pares. Muchos de estos romances han llegado a nosotros por la tradición oral, pero también nos han llegado en cancioneros manuscritos o impresos, recopilados a partir del siglo XV, y fueron publicados en los siglos XVI y XVII en pliegos que se vendían a muy bajo precio.

En palabras de Ramón Menéndez Pidal (1869-1968), los romances son poemas breves de tema épico-lírico, cantados al son de instrumentos.

Los romances más antiguos que se conocen son del siglo XV y en su mayoría proceden de historias épicas anteriores –el Poema de Mio Cid, y otros,-  de los cuales sólo se conservan fragmentos: Bernardo del Carpio, los Infantes de Lara, el cerco de Zamora, etc.–.Estos fragmentos de cantos épicos, fueron conservados en la memoria y transmitidos de forma oral.

Posteriorme a imitación de los romances procedentes de la épica se crearon otros de tema novelesco, lírico o contemporáneo sobre las vicisitudes de la Guerra de Granada. Son los llamados romances juglarescos. Muchos de ellos han llegado hasta nuestros días, no sólo en la Península, sino en todos los lugares donde se habla español: en Iberoamérica y entre los judíos sefardíes expulsados de España en 1492.

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