Relación de romances con música
(Pulsa en el título para escuchar el romance y en el icono para leer la letra de la versión cantada)
Guarte, guarte, rey don Sancho. (Fragmento)
Triste estaba el rey David. (Fragmento)
Textos de los romances cantados
CONDE NIÑO (Romancero sefardí de Marruecos)
Levantóse el Conde Niño mañanita de San Juan
a dar agua a sus caballos a las orillas del mar.
Mientras los caballos beben el conde dice un cantar.
Todas las aves del cielo se paraban a escuchar.
Caminante que camina olvida su caminar.
Navegante que navega la nave vuelve hacia allá.
- Si dormís, la niña infanta, si dormís o recordáis,
Oiréis como lo canta la sirena de la mar.
- No es la sirena, mi madre, ni menos es su cantar.
El Conde Niño es, mi madre, y a mí viene a demandar.
- Si te demanda, la infanta, yo le mandaré matar.
- Si le matas, la mi madre, juntos nos han de enterrar.
La reina con grandes celos a los dos mandó matar.
Ella murió a media noche él a los gallos cantar.
A ella la enterró en la iglesia y al conde en campo real.
De ella salió una toronja de él saliera un limonar.
Crece el uno crece el otro ya se iban a juntar.
La reina con grandes celos a los dos mandó cortar.
De ella salió una paloma de él saliera un gavilán.
Vuela el uno vuela el otro y al cielo van a juzgar.
FONTEFRIDA (Cancionero Musical de Palacio, s. XV XVI)
Fontefrida, Fontefrida, Fontefrida y con amor,
do todas las avecicas van tomar consolación,
si no es la tortolilla que está sola y sin amor.
Por ahí fue a pasar el traidor del ruiseñor.
Las palabras que le dijo todas eran de traición.
- Si tu quisieses señora sería tu servidor.
- Vete de aquí, enemigo, malo, falso, engañador,
que hoy ha siete años que perdí mi buen amor,
que no poso en ramo verde ni en árbol que tenga flor.
Si el agua clara fallo turbia la bebo yo.
GERINELDO (Romancero Sefardí de Marruecos)
- Gerineldo, Gerineldo, mi caballero pulido,
¡quien te me diera esta noche tres horas a mi servicio!
- Como soy vuestro criado, señora, burláis conmigo
- No me burlo, Gerineldo, que de veras te lo digo
- ¿A que hora vendré, señora, y a qué hora daré al castillo?
- A eso de la media noche, cuando canta el gallo primo
- A esas horas son las doce cuando el rey está dormido
Eran las doce y la una y Gerineldo no ha venido.
-¡Malhayas tú, Gerineldo, quien amor puso contigo
Media noche ya es pasada y tú no habías venido!
Ella en estas palabras Gerineldo dio al castillo
- Gerineldo Gerineldo ¿quién era ese atrevido
que a estas horas de la noche viene a batir al castillo?
- Gerineldo soy, señora, que vengo a lo prometido
Púsole escalera de oro, por ella subió al castillo
Entre besos y abrazos los dos quedaron dormidos
Ellos en un dulce sueño el buen rey que ha consentido
Encontró a los dos durmiendo como mujer y marido
- ¿Que haré de mí, mezquino que haré de mí, paisano?
Si matare yo a la reina viviré con un suspiro.
Si matare a Gerineldo, mi reino estará perdido.
Más vale que yo me calle y no diga nada a ninguno,
como la mujer que tapa las faltas de su marido.
GUARTE GUARTE (Diego Pisador)
Guarte, guarte, rey don Sancho, no digas que no te aviso,
que del centro de Zamora un traidor había salido.
Llamase vellido Dolfos, hijo de Dolfos Vellido.
Cuatro traiciones ha hecho y con esta serán cinco.
Si gran traidor fue el padre, mayor traidor es el hijo
Gritos dan en el real "¡A Don Sancho han malherido!".
PASEÁBASE EL REY MORO (Diego Pisador)
Paseábase el rey moro por la ciudad de Granada
Cuando le vinieron nuevas que Alhama era ganada.
¡Ay, mi Alhama!
Las cartas echó al fuego, al mensajero mataba,
Por el Zacatín arriba subido se había a Alhambra.
¡Ay, mi Alhama!
Como en el Alhambra estuvo al mismo punto mandaba
que se toque sus trompetas, sus añafiles de plata
¡Ay, mi Alhama!
Y que las cajas de guerra apriesa toquen el arma
porque lo oigan sus moros, los de la Vega y Granada.
¡Ay, mi Alhama!
Allí fabló un Alfaquí de barba crecida y cana:
- ¡Bien se te emplea buen rey buen rey bien se te empleara!
¡Ay, mi Alhama!
Mataste a los Bencerrajes, que eran la flor de Granada.
Cogiste los tornadizos de Córdoba la nombrada.
¡Ay, mi Alhama!
Por eso mereces rey una pena muy doblada,
que te pierdas tú y el reino y aquí se pierda Granada
¡Ay, mi Alhama!
ROMANCE DEL PRISIONERO (Cancionero Musical de Palacio)
Por mayo, era por mayo, cuando faze las calores,
cuando dueñas y doncellas todas andan con amores.
Si no yo, tiste cuitado, que yago en estas prisiones
Que no sé cuándo es de día ni sé cuándo es de noche.
Si no por una paxarilla que me cantaba al albor
Matómela un ballestero déle Dios mal galardón.
TRISTE ESTABA EL REY DAVID
Triste estaba el rey David
triste y con gran pasión,
de la muerte de Absalón.