Relación de romances con música

(Pulsa en el título para escuchar el romance y en el icono para leer la letra de la versión cantada)

  1. Conde Niño   

  2. Fontefrida.  

  3. Gerineldo.

  4. Guarte, guarte, rey don Sancho. (Fragmento)  

  5. Paseábase el rey moro  

  6. Por mayo era, por mayo.  

  7. Triste estaba el rey David. (Fragmento)  

 

Textos de los romances cantados

CONDE NIÑO (Romancero sefardí de Marruecos)

 

Levantóse el Conde Niño    mañanita de San Juan

a dar agua a sus caballos   a las orillas del mar.

Mientras los caballos beben   el conde dice un cantar.

Todas las aves del cielo     se paraban a escuchar.

Caminante que camina      olvida su caminar.

Navegante que navega       la nave vuelve hacia allá.

- Si dormís, la niña infanta,    si dormís o recordáis,

Oiréis como lo canta         la sirena de la mar.

- No es la sirena, mi madre,   ni menos es su cantar.

El Conde Niño es, mi madre,   y a mí viene a demandar.

- Si te demanda, la infanta,     yo le mandaré matar.

- Si le matas, la mi madre,     juntos nos han de enterrar.

La reina con grandes celos   a los dos mandó matar.

Ella murió a media noche    él a los gallos cantar.

A ella la enterró en la iglesia   y al conde en campo real.

De ella salió una toronja       de él saliera un limonar.

Crece el uno crece el otro     ya se iban a juntar.

La reina con grandes celos     a los dos mandó cortar.

De ella salió una paloma    de él saliera un gavilán.

Vuela el uno vuela el otro    y al cielo van a juzgar.

 

 

FONTEFRIDA (Cancionero Musical de Palacio, s. XV XVI)

 

Fontefrida, Fontefrida,    Fontefrida y con amor,

do todas las avecicas    van tomar consolación,

si no es la tortolilla    que está sola y sin amor.

Por ahí fue a pasar      el traidor del ruiseñor.

Las palabras que le dijo    todas eran de traición.

- Si tu quisieses señora     sería tu servidor.

- Vete de aquí, enemigo,     malo, falso, engañador,

que hoy ha siete años    que perdí mi buen amor,

que no poso en ramo verde    ni en árbol que tenga flor.

Si el agua clara fallo         turbia la bebo yo.

 

 

GERINELDO  (Romancero Sefardí de Marruecos)

 

- Gerineldo, Gerineldo,    mi caballero pulido,

¡quien te me diera esta noche   tres horas a mi servicio!

- Como soy vuestro criado,    señora, burláis conmigo

- No me burlo, Gerineldo,   que de veras te lo digo 

- ¿A que hora vendré, señora,  y a qué hora daré al castillo?

- A eso de la media noche,    cuando canta el gallo primo

- A esas horas son las doce   cuando el rey está dormido

Eran las doce  y la una   y Gerineldo no ha venido.

-¡Malhayas tú, Gerineldo,   quien amor puso contigo

Media noche ya es pasada   y tú no habías venido!

Ella en estas palabras   Gerineldo dio al castillo

- Gerineldo Gerineldo     ¿quién era ese atrevido

que a estas horas de la noche viene a batir al castillo?

- Gerineldo soy, señora,   que vengo a lo prometido

Púsole escalera de oro,   por ella subió al castillo

Entre besos y abrazos    los dos quedaron dormidos

Ellos en un dulce sueño  el buen rey que ha consentido

Encontró a los dos durmiendo   como mujer y marido

- ¿Que haré de mí, mezquino    que haré de mí, paisano?

Si matare yo a la reina    viviré con un suspiro.

Si matare a Gerineldo,     mi reino estará perdido.

Más vale que yo me calle   y no diga nada a ninguno,

como la mujer que tapa     las faltas de su marido.

 

 

GUARTE GUARTE (Diego Pisador)

 

Guarte, guarte, rey don Sancho,   no digas que no te aviso,

que del centro de Zamora     un traidor había salido.

Llamase vellido Dolfos,       hijo de Dolfos Vellido.

Cuatro traiciones ha hecho    y con esta serán cinco.

Si gran traidor fue el padre,   mayor traidor es el hijo

Gritos dan en el real       "¡A Don Sancho han malherido!".

 

 

PASEÁBASE EL REY MORO (Diego Pisador)

 

Paseábase el rey moro        por la ciudad de Granada

Cuando le vinieron nuevas   que Alhama era ganada.

¡Ay, mi Alhama!

Las cartas echó al fuego,     al mensajero mataba,

Por el Zacatín arriba       subido se había a Alhambra.

¡Ay, mi Alhama!

Como en el Alhambra estuvo    al mismo punto mandaba

que se toque sus trompetas,     sus añafiles de plata

¡Ay, mi Alhama!

Y que las cajas de guerra       apriesa toquen el arma

porque lo oigan sus moros,    los de la Vega y Granada.

¡Ay, mi Alhama!

Allí fabló un Alfaquí      de barba crecida y cana:

- ¡Bien se te emplea buen rey   buen rey bien se te empleara!

¡Ay, mi Alhama!

Mataste a los Bencerrajes,   que eran la flor de Granada.

Cogiste los tornadizos    de Córdoba la nombrada.

¡Ay, mi Alhama!

Por eso mereces rey         una pena muy doblada,

que te pierdas tú y el reino    y aquí se pierda Granada

¡Ay, mi Alhama!

 

 

ROMANCE DEL PRISIONERO (Cancionero Musical de Palacio)

 

 Por mayo, era por mayo,    cuando faze las calores,

cuando dueñas y doncellas    todas andan con amores.

Si no yo, tiste cuitado,      que yago en estas prisiones

Que no sé cuándo es de día     ni sé cuándo es de noche.

Si no por una paxarilla    que me cantaba al albor

Matómela un ballestero    déle Dios mal galardón.

 

 

TRISTE ESTABA EL REY DAVID

 

Triste estaba el rey David

triste y con gran pasión,

cuando le vinieron nuevas

de la muerte de Absalón.