Desolación de Gilgamesh

 «Aquel que conmigo soportó todas las labo[res] - Enkidu, a quien yo amaba entrañablemente, que conmigo soportó todas las labo[res] - ¡Ha conocido el destino de la humanidad! Día y noche he llorado por él. No le entregué para que le sepultasen - Por si mi amigo se levantaba ante mi lamento - Siete días y siete noches, Hasta que un gusano se deslizó de su nariz.  Desde su fallecimiento no encontré vida, He vagado como un cazador por en medio del llano. Oh cervecera, ahora que he visto tu rostro, No consientas que vea la muerte que constantemente temo.»

La cervecera dijo a él, a Gilgamesh:

«Gilgamesh, ¿a dónde vagas tú? La vida que persigues no hallarás. Cuando los dioses crearon la humanidad, La muerte para la humanidad apartaron, Reteniendo la vida en las propias manos. Tú, Gilgamesh, llena tu vientre, Goza de día y de noche.  Cada día celebra una fiesta regocijada, ¡Día y noche danza tú y juega! Procura que tus vestidos sean flamantes,  Tu cabeza lava; báñate en agua. Atiende al pequeño que toma tu mano,

¡Que tu esposa se deleite en tu seno! ¡Pues ésa es la tarea de la [humanidad]!»

(Poema de Gilgamesh; Tablilla II y III (http://www.buenaluna.org.ar/ptah/hatti4.html ))