Eneas relata sus aventuras
Todos callaron y en tensión mantenían la mirada; luego el padre Eneas así comenzó desde su alto lecho: “Un dolor, reina, me mandas renovar innombrable, cómo las riquezas troyanas y el mísero reino destruyeron los dánaos, y tragedias que yo mismo he visto y de las que fui parte importante. ¿Quién eso narrando de los mirmidones o dólopes o del cruel soldado Ulises contendría las lágrimas?.
Eneida II Ed. Alianza Editorial