EL ANTIHÉROE.

 

        En la mayoría de las obras literarias que hemos tratado, el protagonista es un ser heroico, un prototipo humano caracterizado por el valor, por la fuerza, por un origen noble, aunque a veces es un origen un tanto oscuro, por su juventud, y por otra serie de cualidades morales como la valentía o la ayuda a los débiles.

        Sin embargo se nos han colado, desde luego, a propósito dos personajes especiales, dos protagonistas que se alejan del prototipo arriba descrito, dos de nuestro protagonistas son los antihéroes. Nos referimos a dos personajes de dos novelas españolas: El Lazarillo de Tormes y Don Quijote.

        El primero de ellos es un hombre del pueblo llano, pobre, de origen tan oscuro como que hasta su padre es desconocido; un hombre que crece en medio de las condiciones sociales más duras, explotado casi como un esclavo por sus amos, que tampoco son precisamente el modelo de héroe. Lázaro es un ser que para mantenerse vivo debe ingeniárselas de las maneras más poco heroicas que nos podemos imaginar y acaba siendo un pobre cornudo que, probablemente, levanta la compasión de sus conciudadanos de Toledo, pero que vive en una situación tan desahogada y libre de preocupaciones materiales que bien se le puede aplicar el dicho “Ande yo cliente, ríase la gente”.

        En cuanto al personaje de Don Quijote, tampoco reúne las características propias de un héroe, aunque en su delirio se compare con esos protagonistas de las novelas de caballerías, prototipo de ese hombre que hemos pintado en el primer párrafo. Don Quijote no es joven, ni mucho menos, ya no está para andar por esos mundos ayudando a los desamparados, su valentía es mas bien delirio y osadía de un loco, su fuerza es inexistente, su galantería para con las damas desusada, tan extraña y extravagante que las mozas se ríen de él sin el menor decoro. Desde luego con este personaje Cervantes realiza una crítica aguda pero sumamente tierna al héroe tan poco humano que se había establecido como ejemplo del protagonista de las también poco reales y poco afortunadas novelas de caballerías.