En la primera temporada se establecen las bases de la serie: Buffy llega a Sunnydale con su madre divorciada, Joyce, desde Los Angeles, donde tuvo problemas en su antiguo instituto y fue expulsada por quemar el gimnasio. (En realidad, por enfrentarse a un grupo de vampiros). Ella sólo pretende hacer nuevos amigos, olvidar su misión y pasar desapercibida, pero le será imposible.

 Inmediatamente se encuentra con que el bibliotecario del instituto (Giles, un inglés maduro, tímido y estudioso) ha sido designado como su Vigilante y no está dispuesto a abandonar la lucha. Y sus primeros amigos (Willow la empollona, Xander, el payaso y Cordelia, la pija) descubren pronto su identidad supuestamente secreta, aunque también se convertirán en su constante ayuda y apoyo,  a veces con mejor voluntad que fortuna. Además, Buffy se enamora de Angel, un misterioso y apuesto joven que  aparece de vez en cuando para ayudarla y protegerla.

Aparte de episodios más o menos independientes, esta primera temporada se centra en la lucha de Buffy contra el Maestro, un poderoso vampiro que intenta liberarse e imponer su poder en Sunnydale. Con la ayuda de Angel y el resto de sus amigos, la heroína conseguirá acabar con él.

 Spike y Angel  como vampiros

El resto de las características, coinciden con los rasgos clásicos: Cuando muerden a un humano, éste muere; pero si además, bebe la sangre del vampiro, el humano se convierte en vampiro. En realidad, el humano desaparece y su cuerpo pasa a ser habitado por un demonio depravado que se alimenta de sangre y no envejece. No tienen, por tanto, alma. Tampoco respiran ni su corazón late y su temperatura corporal es más baja, pero otras características biológicas son semejantes a las humanas: sangran, mantienen actividad sexual, son inteligentes…

No pueden entrar en un lugar privado, si no son expresamente invitados por el dueño.

Sólo hay tres formas de acabar con ellos: la tradicional estaca en el corazón, decapitados y quemados. Los rayos solares los queman, por eso son criaturas nocturnas y no pueden estar bajo la luz del día.

SEGUNDA TEMPORADA.

En el tercer capítulo llegan a Sunnydale Spike y su novia Drusilla. Drusilla está, aparte de loca lo que no tiene remedio, enferma por algo –no sabemos qué- que les ocurrió anteriormente en Praga y Spike, además de acabar con la cazadora e imponer su ley en Sunnydale (“menos rituales y más diversión”) quiere devolverle la salud. Para ello necesita la sangre del sire de Dru (Sire es el vampiro que convierte a otro) que no es otro que Angel. (Cronológicamente, sería el momento de leer La señorita Lilith tiene frío, que se sitúa antes de la llegada de la pareja a Sunnydale y donde he imaginado qué sucedió en Praga).

 Angel, como vampiro, tuvo un pasado muy oscuro en que era un verdadero malvado que llenó Europa de muerte y sufrimiento durante los siglos XVIII y XIX. Una de sus víctimas fue Dru, una novicia a la que literalmente volvió loca antes de vampirizarla. Años después Dru convirtió a Spike. Entonces Angel se llamaba Angelus y no tenía alma. El alma fue fruto de una maldición cuando atacó a una chica gitana, y por ello los gitanos le condenaron a ser consciente de todo el mal que había hecho y sufrir por todas sus víctimas. Desde entonces intenta redimirse haciendo el bien. Lo que él no sabe es que la maldición cesará (volverá a perder su alma) si consigue un momento de absoluta felicidad. 

Y lo consigue. ¿Cómo? Pues evidentemente, cuando Buffy se acuesta con él. La pobrecita tiene una muy dulce primera vez y un muy amargo “día después” cuando descubre que…Angelus ha vuelto. Y ya que está aquí, Angelus hace un alarde de toda la maldad de que es capaz: mortifica cruelmente a Buffy, y asesina a la señorita Callendar, amada de Giles, (Es el momento de leer Vampiro, un regreso a los tiempos gloriosos del Clan de vampiros de los Cuatro desde el punto de vista de Spike) Además, tortura al Vigilante, humilla a Spike que ve cómo Dru recupera la antigua atracción por “papá” y finalmente libera a un monstruo para que desencadene el apocalipsis. Con la sorprendente ayuda de Spike (que no le ve ningún interés a destruir el mundo –según él tiene cosas estupendas, a saber, “el Manchester United, las carreras de galgos, y las personas, o sea, hamburguesas con patas”- y que quiere recuperar a Drusilla) una Buffy emocionalmente destrozada consigue reunir fuerzas para acabar con Angel, clavándole una espada que lo petrifica. Para mayor dramatismo, poco antes, Willow ha realizado un hechizo que devolvía el alma a Angel. 

Pero no todo es tan sencillo, Riley acaba descubriendo que su novia es la Cazadora, al tiempo que ella averigua que él pertenece a La Iniciativa, un grupo militar secreto para luchar contra las vampiros, monstruos y demás “hostiles subterrestres”. Podrían unir fuerzas, pero La Iniciativa utiliza métodos muy poco éticos que llegarán incluso hasta atentar contra la vida de Buffy. En sus prácticas de experimentación ilícitas, el ejército captura también a Spike y le implanta un chip que le impide atacar a los humanos. El vampiro consigue escapar y a partir de entonces, indefenso e inofensivo (salvo por su afilada lengua), se refugia entre los scoobies, que lo acogen a regañadientes.

Finalmente Riley comprende que ha sido manipulado y abandona La Iniciativa, antes de que ésta sea destruida.

Buffy siempre ha sido hija única, pero de la noche a la mañana y sin ninguna explicación, aparece Dawn, su hermana pequeña de 14 años. Todos asumen su presencia como si siempre hubiera estado allí, pero poco a poco descubren que no ha sido así. A lo largo de la temporada nos enteraremos de que Dawn es en realidad es un cúmulo de energía (la Llave) que una diosa loca (Glory) necesita para volver a su universo. Si eso ocurriera, este mundo sería destruido y por eso unos monjes escondieron la Llave en forma de niña y se la enviaron a la Cazadora como hermana menor para asegurarse de que la protegería.

En otro orden de cosas, Riley comprende que Buffy no le ama en realidad y acaba marchándose. Spike se obsesiona sexualmente con la Cazadora, para escándalo de la muchacha. Joyce, la madre de Buffy, muere de un tumor cerebral; Willow encuentra el amor de Tara e inicia con ella una relación lésbica llena de ternura...

Glory se acerca cada vez más a Dawn y, pese a los esfuerzos de los scoobies que lo intentan todo (desde esconderla en la cripta de Spike hasta huir en una caravana), al fin consigue hacerse con ella para verter su sangre en un sacrificio ritual. Sin embargo, para salvar a Dawn (y al mundo), será Buffy quien entregue su vida.

(Después de este final, se sitúa Duelo, que narra el regreso de Angel al conocer la muerte de Buffy a Sunnydale y su reencuentro allí con su antiguo compañero, Spike)

 Un hechizo de Willow, convertida en una bruja cada vez más poderosa, consigue resucitar a Buffy y traerla de vuelta. Pero el regreso no es fácil. Buffy se siente desplazada, sola, debe lidiar con los mil problemas domésticos, el subempleo, las dificultades económicas, las responsabilidades para con su hermana... y acaba confesando a Spike que para ella la vida es el infierno, porque siente que ha estado en el cielo y se lo han arrebatado.

Para algunos, la mejor, para otros, decepcionante, la sexta es una temporada oscura que cuenta el declive absoluto de Buffy y los demás personajes: Giles vuelve a Inglaterra, privando de su apoyo a la protagonista. Buffy abandona la universidad y entra a trabajar en una hamburguesería. Para sentirse viva inicia una relación sadomasoquista con Spike que la avergüenza y que mantiene oculta a sus amigos, de los que cada vez se siente más alejada. (El diablo a las puertas del cielo recoge el primer encuentro sexual de la pareja; Haciendo amigos cuenta las vicisitudes de Spike con un grupo mafioso al que le ligan deudas de juego y con una oficial del ejército) Hasta que el fugaz regreso de Riley hace que Buffy, avergonzada de que su ex la vea con el vampiro, rompa con éste. Willow se hace adicta a la magia. Dawn es una adolescente que reclama atención y que como no cree lograrla de Buffy, se vuelve cleptómana. Xander, aterrado por la posibilidad de repetir el frustrante matrimonio de sus padres, deja plantada ante el mismísimo altar a su novia Anya.

Los acontecimientos se precipitan: Anya y Spike, los dos rechazados, se consuelan mutuamente y acaban haciendo el amor, pero son descubiertos por un enfurecido Xander y el resto de la pandilla. Spike, enamorado de Buffy y humillado por Xander, va a hablar con ella, pero pierde el control y acaba intentando violarla. (Decisiones retoma la situación) Se marcha aparentemente dispuesto a quitarse el chip y “darle a esa zorra lo que se merece”. Tara es asesinada y Willow se convierte en una fuerza vengadora imposible de detener... salvo para Xander, su amigo desde el primer día de guardería, que consigue llegar a su corazón.

En la escena final, muy lejos de allí, un maltrecho Spike que ha superado todo tipo de pruebas en la cueva de un extraño ser, reclama que le den “lo que desea, lo que ha venido a buscar para darle a Buffy lo que se merece”.  Y el demonio acepta. “Te entrego tu alma”- dice.

(En la habitación blanca se centra en el momento en que Buffy consigue de Riley que el ejército desactive el chip de Spike;

 En Viaje de regreso Dawn, que adoraba a Spike antes de que él intentara forzar a su hermana, se ve obligada a un largo viaje a solas con el vampiro. Los sentimientos de ambos tendrán que aflorar)

Escena casi final. Muerte de Spike. Buffy y Spike entrelazan sus manos cuando el amuleto se incendia.