Atlantes, Cronos, cíclopes, ojancos, basajaunak...son variaciones -míticas o populares- sobre el mismo tema.

En diversas narraciones míticas (germánica, griega...) los gigantes, hijos de la Tierra, combaten contra los dioses quienes, por contra, representan el nuevo ordenamiento impuesto al mundo, a menudo ligado a la agricultura.

En los cuentos europeos ligados a antiguos santuarios solares, se ha querido ver en la lucha del héroe contra un gigante perverso, la expresión literaria popular del enfrentamiento entre una nueva religión -normalmente la cristiana- y el viejo culto solar, que pasa a ser calificado peyorativamente.

En el ámbito mediterráneo un gigante con nombre y entidad propios es Polifemo. Del personaje y el episodio se conservan diversas versiones, algunas más antiguas que el mito. Esto puede ser huella de una mitología mediterránea antigua, en la que el gigante tuerto o de un solo ojo, representa - además del modo de vida cazador y pastoril- la naturaleza prehumana y fuerte, rebelde. O también puede simbolizar al sol, cuyo culto primitivo aparece ligado a ese único ojo y a los carneros, tan relacionados con las religiones solares.