LAS QUEJAS DE DOÑA LAMBRA

- Yo me estaba en Barbadillo,

en esa mi heredad;

mal me quieren en Castilla

los que me habían de guardar;

los hijos de doña Sancha

mal amenazado me han,

que me cortarían las faldas

por vergonzoso lugar,

y cebarían sus halcones

dentro de mi palomar,

y forzarían mis damas,

casadas y por casar;

matarónme un cocinero

so faldas de mi brial.

Si de esto no me vengáis,

yo mora me iré a tornar.

Allí habló don Rodrigo,

bien oiréis lo que dirá:

- Calledes, la mi señora,

vos no digades atal;

de los infantes de Salas

yo vos pienso de vengar;

telilla les tengo urdida

bien se la cuido tramar,

que nacidos y por nacer,

de ello tengan que contar.

 

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