Lee los relatos sobre el nacimiento de los siguientes personajes:

Haz una redacción en la que señales las semejanzas y diferencias entre ellos.

¿Pertenecen al mismo ámbito?

Establece también, en cada caso, su procedencia temporal, espacial, cultural, histórica, mítica...

(El texto pertenece al Éxodo, uno de los libros de la Biblia, en el que se narra la liberación del pueblo de Israel de la esclavitud egipcia bajo el mando de Moisés. El Éxodo es de los siglos IX-XII a. C., aunque los hechos narrados son de algunos siglos atrás.)

 Por último, el faraón intimó a todo su pueblo con esta orden: Todo varón que naciere, echadlo al río; toda hembra, reservadla.

Después de esto, un varón de la familia de Leví fue y casóse con una mujer de su linaje, la cual concibió, y parió un hijo y, viéndolo muy lindo, le tuvo escondido por espacio de teres meses. Mas no pudiendo ya encubrirle, tomó una cestilla de papiro, la calafateó con betún y pez, colocó dentro al niño y expúsolo en un carrizal de la orilla del río. Quedóse a lo lejos una hermana suya para ver el paradero.

Mas he aquí que bajó la hija del faraón a lavarse en el río y sus damas se paseaban por la orilla del agua. Así que vio la cestilla en el carrizal, envió por ella a una de sus criadas; y, habiéndosela traído, destapóla y, viendo dentro a un niño que daba tiernos vagidos, compadecióse de él y dijo: De los niños de los hebreos es éste.

[La hija del faraón decide adoptar al niño]

 Procas, rey de Alba Longa, ciudad fundada por el descendiente de Eneas, tuvo dos hijos: Numitor y Amulio. A su muerte dejó el reino a Numitor, pero es Amulio el que asume el poder expulsando a su hermano del trono, aniquilando la descendencia masculina y convirtiendo en Vestal a Rea Silvia, la hija del legítimo rey.

La leyenda refiere que Marte se enamoró de esta joven y se unió a ella; de esta unión nacieron los gemelos Rómulo y Remo. Tras su nacimiento Amulio, el usurpador, ordena que los niños sean arrojados a la corriente del río. Cuando el agua depositó en un lugar seco el cestillo flotante, en que habían sido expuestos los niños, una loba sedienta bajó de los montes cercanos y les dio de mamar, situación en la que fueron encontrados por el mayoral de los rebaños del rey, Faústulo que los llevó a sus establos y crió junto a su esposa como si fueran sus hijos.

Cuando los niños se hicieron adultos supieron la verdad sobre su origen y, expulsando del trono al tirano Amulio, restauraron en el trono de Alba Longa a su abuelo y decidieron fundar una nueva ciudad en el lugar en el que habían sido abandonados.

 Cuenta Higinio (Fábulas, 63) que Acrisio, Rey de Argos (ciudad considerada como la más antigua de Grecia), al tener sólo una hija, Dánae, fue a consultar a un oráculo cómo podría tener un heredero varón. Éste le dijo que no tendría hijos varones, aunque sí un nieto que, fatalmente, le habría de matar. Para escapar a la profecía, Acrisio encerró a Dánae en un calabozo de bronce. Sin embargo no pudo impedir que Zeus, dios del Cielo y de la Luz, entrase en forma de lluvia dorada por una grieta, cayese sobre la joven y la fecundase. Al enterarse Acrisio de que Dánae había tenido un hijo, los encerró a ambos en una arca de madera y la tiró al mar. El arca fue a la deriva hasta que cayó en las redes de un pescador que los rescató

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 No tardó mucho en llegarle a Elisenda el tiempo de parir,  [...] al cabo de un rato quiso el Señor poderoso que sin peligro suyo pariese un hijo, y contemplándole la doncella en sus manos vio que era hermoso, mas no tardó en poner en ejecución lo que convenía, según lo había pensado antes, y envolvióle en muy ricos paños y púsolo cerca de su madre, y trajo el arca, y díjole Elisenda:

-          ¿Qué queréis hacer?

-          Ponerlo aquí y lanzarlo al río –dijo ella- donde por ventura podrá salvarse.

La madre lo tenía en sus brazos llorando fieramente y diciendo:

-          ¡Mi hijo pequeño, cuánto me pesa tu desgracia!

La doncella tomó tinta y pergamino, e hizo una carta que decía:”Este es Amadís sin Tiempo, hijo del rey”. Y sin tiempo decía ella porque creía que enseguida moriría [...] Esto así hecho, puso la tabla encima tan junta y bien calafateada que agua ni otra cosa podía allí entrar, y tomándola [el arca con el niño] en sus brazos y abriendo la puerta, la puso en el río y dejóla ir; y como el agua era grande y recia, pronto llegó a la mar, que no estaba a más de media legua de allí.

[En el mar recogerá al niño un rico caballero escocés que lo cría como a su hijo]

...vivían unos Emperadores que tenían una hija. Y de chiquitilla le leyeron el sino. Y salió que antes de ser casada, iba a quedar embarazada. Y los padres, por evitarlo, la subieron a lo más alto del castillo.

Pero, estando un día, sentada en el balcón, con un rayo de sol se quedó embarazada. Y tuvo una niña. Y los padres, por que no dijeran que había tenido un hijo soltera, pusieron a la niña en un cestito y la echaron por el río abajo.

En aquel río había unos molineros que no tenían hijos ninguno y, cuando la vieron tan chiquitilla, la recogieron. Y la cuidaron como una hija.