Aquiles se retira a sus naves
Decid, Musas, que estáis habitando mansiones olímpicas, y que todo lo veis y sabéis por ser diosas eternas, pues nosotros, que nada sabemos, oímos su fama, cuáles eran de todos los dánaos los jefes y príncipes. Porque ni enumerar ni nombrar tanta gente podría ni aun teniendo diez lenguas ni aun cuando tuviese diez bocas, una voz incansable y un pecho potente de bronce; sólo pueden las hijas de Zeus, portador de la égida, las olímpicas Musas decir cuántos fueron en Troya. Pero mencionaré los caudillos y todas las naves.
A los beocios mandaban, a más de Penéleo y de Leito, Arcesílao, Protoenor y Clonio. Ellos todos vivían en los campos de Hiria, en Aúlida la pétrea, en Esqueno, en Escolo y en la montañosa Eteono, en Tespía, Grea y en Micaleso la vasta...
(Ilíada II)