DOS VERSIONES DEL ROMANCE DE GERINELDO   

(y una tercera en la versión cantada)

Versión 1

Versión 2

Levantóse Gerineldo

que al rey dejara dormido;

fuese para la infanta

donde estaba en el castillo.

-Abraisme -dijo-, señora,

abraisme, cuerpo garrido.

-¿Quién sois vos, el caballero,

que llamáis a mi postigo?

-Gerineldo soy, señora,

vuestro tan querido amigo.

Tomárala por la mano,

en un lecho la ha metido

y besando y abrazando

Gerineldo se ha dormido.

Recordado* había el rey

de un sueño despavorido;

tres veces lo había llamado,

ninguna le ha respondido.

-Gerineldo, Gerineldo,

mi camarero polido

si me andas con traición,

trátasme como a enemigo;

o dormías con la infanta

o me has vendido*  el castillo.

Tomó la espada en la mano,

en gran saña* va encendido;

fuérase para la cama

donde a Gerineldo vido*.

Él quisiéralo matar,

mas crióle de chiquito.

Sacara luego la espada,

entre entrambos la ha metido,

porque desque recordase

viese cómo era sentido*.

Recordado había la infanta,

a la espada ha conocido.

- Recordaos, Gerineldo,

que ya érades sentido,

que la espada de mi padre

yo me la he bien conocido.

___________________

Notas:

*Recordar: despertar

* Me has vendido el castillo: lo has entregado a los enemigos

* Saña: furia

* Vido: vio

* porque desque recordase, viese cómo era sentido: para que en cuanto despertase, comprobara que había sido descubierto.

 

 

 

- Gerineldo,Gerineldo, 

paje del rey más querido,

¡quién te tuviera esta noche

en mi jardín florecido!

¡Válgame Dios, Gerineldo,

cuerpo que tienes tan lindo!

- Como soy vuestro criado,

señora, burláis conmigo.

- No me burlo, Gerineldo,

que de veras te lo digo.

- ¿Y cuándo, señora mía,

cumpliréis lo prometido?

- Entre las doce y la una,

que el rey estará dormido.

Media noche era ya pasada,

Gerineldo no ha venido.

- ¡Oh malhaya, Gerineldo,

quien amor puso contigo!

- Abráisme, la mi señora,

abráisme, cuerpo garrido.

- ¿Quién a mi estancia se atreve?

¿Quién llama así a mi postigo?

- No os turbéis, señora mía,

que soy vuestro dulce amigo.

Tomáralo por la mano

y en el lecho lo ha metido.

Entre juegos y deleites

la noche se les ha ido,

y allá hacia el amanecer

los dos se duermen vencidos.

Despertado había el rey

de un sueño despavorido:

"O me roban a la infanta

o traicionan el castillo".

Aprisa llama a su paje

pidiéndole los vestidos:

- ¡Gerineldo,Gerineldo,

el mi paje más querido!

Tres veces le había llamado,

ninguna le ha respondiido.

Puso la espada en la cinta,

adonde la infanta ha ido;

vio a su hija, vio a su paje

como mujer y marido.

"¿Mataré yo a Gerineldo

a quien crié desde niño?

Pues si matare a la infanta

mi reino queda perdido.

Pondré mi espada por medio,

que me sirva de testigo."

Y salióse hacia el jardín

sin ser de nadie sentido.

Rebullíase la infanta

tres horas ya el sol salido;

con el frior de la espada

la dama se ha estremecido.

- Levántate, Gerineldo,

levántate, dueño mío:

la espada del rey mi padre

entre los dos ha dormido.

- ¿Y a dónde ir, mi señora,

que del rey no sea visto?

 - Vete por ese jardín

cogiendo rosas y lirios;

pesares que te vinieren

yo los partiré contigo.

- ¿Dónde vienes, Gerineldo,

tan mustio y descolorido?

- Vengo del jardín, buen rey,

por ver cómo ha florecido;

la fragancia de una rosa

la color me ha desvaído.

- De esa rosa que has cortado

mi espada será testigo.

- Matadme, señor, matadme,

bien lo tengo merecido.

Ellos en estas razones,

la infanta a su padre vino:

- Rey y señor, no le mates,

mas dámelo por marido;

o si lo quieres matar

la muerte será conmigo.

 
  (Sobre esta historia, Manuel Machado -hermano de Antonio- escribió un poema modernista. Puedes leerlo pulsando en el clip)

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