![]() | Sita arma a los héroes. |
Entonces Sita, la de los grandes ojos, entrega a los dos hermanos los resplandecientes carcajes, los arcos y las espadas cuyo filo despedaza a un enemigo. Rama y Lakshmana, cuelgan al hombro los carcajes, toman los arcos en la mano y salen para continuar la visita a todos aquellos ermitaños a los que todavía no han visitado.
![]() | La rakshasi enamorada |
En aquel momento, cierta rakshasi llamada Zurpanakha, hermana de Ravana, el demonio de las diez cabezas, llegó espontáneamente a aquellos lugares y vio, semejante a un dios, a Rama, el de los largos brazos, el de hombros de león y ojos semejantes a pétalos de loto. Ante este príncipe, hermoso como un Inmortal, la rakshasi se inclinó inflamada de amor.
![]() | Rama acaba con catorce demonios |
[Despechada porque Rama rechaza su amor, Zurpanakha envía catorce demonios contra Rama]
Así diciendo, los catorce cayeron sobre Rama con las armas y la cimitarra en alto. Pero Rama, con catorce flechas disparadas a un tiempo, rompió las armas de los catorce rakshasas. En seguida, tranquilo en medio del combate, tomó otras catorce flechas bien aceradas. Encajó prestamente los dardos en el arco y apuntando hacia los demonios, disparó contra ellos las flechas empenachadas de oro que hendieron el aire iluminándolo con destellos iguales a los meteoros de fuego, con un ruido semejante al que produce el rayo en la tormenta, y atravesaron de parte a parte a los demonios. Los brillantes dardos volvieron por sí mismos al carcaj. Cuando vio a sus vengadores tendidos en tierra, Zurpanakha, temblando y profiriendo grandes gritos, se esfumó rápidamente hacia la región donde moraba su hermano Khara el de la fuerza prodigiosa.
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El campo estaba vacío de combatientes, pues las flechas de Rama los habían aniquilado a todos. [...]
Y estaba solo, a pie, y no era más que un mortal.